Corea del Norte informó que el fin de semana su ejército realizó un ejercicio de contraataque nuclear, que contó con la presencia del líder Kim Jong-un, con el objetivo de enviar una “advertencia aún más seria” a Seúl y Washington, que estos días realizan sus grandes maniobras militares de primavera.
El 18 y 19 de marzo se realizaron ejercicios tácticos combinados para reforzar sustancialmente la capacidad de disuasión de guerra y contraataque nuclear del país”, informó la agencia estatal KCNA.
El ejercicio que simuló “un contraataque nuclear realizado por las unidades que operan armas nucleares tácticas se llevó a cabo en una tensa situación en la que las fuerzas aliadas de EE. UU. y Corea del Sur intensifican frenéticamente sus simulacros de guerra a gran escala para invadir la República Popular de Corea (nombre oficial del Norte) y se traen de manera masiva activos nucleares estratégicos de EE. UU. a Corea del Sur“.
Ayer dos bombarderos estrátegicos del Pentágono realizaron ejercicios con cazas estadounidenses y surcoreanos sobre la península en el marco de las maniobras combinadas de primavera Freedom shield y después de que Corea del Norte disparara el viernes un misil balístico intercontinental el viernes y otro que pareció ser de corto alcance el domingo.
“El simulacro también tuvo como objetivo demostrar nuestra firme voluntad de brindar una respuesta de guerra real y enviar una advertencia aún más seria al enemigo, que está expandiendo sus simulacros de guerra para la agresión”, añade KCNA.
Corea del Norte ya advirtió repetidamente que daría una respuesta contundente a los ejercicios Freedom shield, que arrancaron el 13 de marzo y durarán hasta el 23.
KCNA explicó que el ejercicio de dos días de duración se dividió “en un ejercicio para gestionar el sistema de control de ataque nuclear”, que buscaba entrenar a las unidades implicadas para “adoptar una postura de contraataque nuclear”, y después “un simulacro para lanzar un misil balístico táctico con una ojiva nuclear simulada” que se realizó el domingo.
El misil, cuyo lanzamiento detectó y notificó ayer el ejército surcoreano, fue lanzado desde Pyongan del Norte, cerca del centro de lanzamientos espaciales de Sohae (noroeste del país), y “explotó con precisión a 800 metros de altura” coincidiendo con un objetivo simulado establecido sobre las aguas del mar Amarillo, “lo que demuestra una vez más la fiabilidad de la operación de dispositivos de control de explosiones nucleares y detonadores instalados en la ojiva nuclear”.
El líder Kim Jong-un, al que fotos publicadas por KCNA lo muestran presenciando los ejercicios junto a su hija, dijo estar muy satisfecho con los resultados.