Familiares, asociaciones de víctimas, agentes sociales, representantes políticos e institucionales recordaron este sábado a las 193 personas de 17 nacionalidades asesinadas por una célula yihadista el 11 de marzo de 2004 en la capital de España.
Los terroristas colocaron once bombas en cuatro trenes y causaron también más de 1,800 heridos, el mayor atentado cometido en la Unión Europea (UE).
Semanas después se suicidaron con explosivos en una vivienda de Leganés (Madrid), durante una operación policial en la que murió un agente.
Precisamente, la UE designó el 11 de marzo Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.
“No nos rendiremos al miedo que los terroristas intentan provocar al cometer sus atrocidades. El objetivo de los terroristas es dividir a nuestra sociedad. No se lo vamos a permitir”, advierte la declaración de la Comisión Europea de este año.
Los homenajes comenzaron con la ofrenda oficial del ayuntamiento y el gobierno regional de Madrid en la placa de la céntrica Puerta del Sol que recuerda a las víctimas y los servicios de socorro.
Otros actos de respeto se sucedieron en las estaciones donde explotaron las bombas, así como en el Bosque del Recuerdo, formado por olivos y cipreses que mantienen viva la memoria de los difuntos.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, reivindicó la fortaleza de la democracia y el sistema de valores de la sociedad española “ante el fanatismo, el extremismo y la intolerancia”.
El líder de la oposición, el conservador Alberto Núñez Feijóo, dijo que la política “decente y con mayúsculas” pasa por recordar a las víctimas de manera permanente y a sus familiares.