La Organización Mundial de la Salud declaró la semana pasada que la viruela símica es una emergencia de salud pública mundial, por segunda vez en dos años, debido a la rápida propagación en África de una nueva variante de la enfermedad, conocida como clado Ib.
En una rueda de prensa celebrada el lunes, el ministro de Salud, Samuel Roger Kamba Mulamba, dijo que Japón y Estados Unidos se habían comprometido a suministrar vacunas al Congo.
«Acabamos de terminar las conversaciones con USAID y el Gobierno estadunidense (…) Espero que la semana que viene podamos ver llegar las vacunas», dijo a la prensa.
Su llegada ayudaría a resolver una enorme desigualdad que dejó a los países africanos sin acceso a las dos inyecciones utilizadas en un brote mundial de viruela del pollo en 2022, pese a que había muchas vacunas disponibles en Europa y Estados Unidos.
Fuera de los ensayos clínicos, ninguna de las vacunas ha estado disponible en el Congo ni en África, donde la enfermedad es endémica desde hace décadas.
El grupo mundial de vacunas Gavi dijo la semana pasada que disponía de hasta 500 millones de dólares para hacer llegar las vacunas a los países afectados por el creciente brote de viruela.
«Gavi se ha ofrecido a facilitar las vacunas y nosotros hemos aceptado», dijo el ministro de Salud del Congo.
La viruela símica, una infección vírica que provoca lesiones llenas de pus y síntomas parecidos a los de la gripe, suele ser leve pero puede matar. En el Congo se están propagando dos cepas: la forma endémica del virus, clado I, y la nueva cepa, clado Ib.
El virus se transmite por contacto físico estrecho, incluido el sexual, pero, a diferencia de pandemias mundiales anteriores como covid 19, no hay pruebas de que se propague fácilmente por el aire.