«Estos restos corresponderían a víctimas de la masacre ocurrida, entre los años de 1983 y 1985», en la localidad de Putis en el departamento de Ayacucho, al sureste de Perú, señaló la fiscalía en un comunicado en el que indicó que también se encontró ropa de las víctimas, entre las que figuran niños.
El ejército peruano instaló una base militar en la zona para enfrentar a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso y proteger a la población civil de atentados terroristas de esa agrupación.
«En ese contexto, los campesinos se concentraron al lado del recinto militar; sin embargo, durante ese periodo los militares juntaron a los comuneros y los ejecutaron, acusándolos de ser colaboradores del indicado grupo terrorista», aseguró la fiscalía.
Las fosas se ubican en las partes altas de los cerros de las comarcas de Yanaorcco, Llamanniyocc, Misumachay e Hichocruz. Putis era el centro de ocho comunidades campesinas donde vivían unas dos mil personas hasta antes de la matanza.
La masacre se perpetró el 13 de diciembre de 1984 y dejó al menos 123 víctimas, de las cuales 92 fueron sepultadas en 2009 tras ser hallados sus restos en fosas comunes un año antes.
Ningún militar fue condenado por el caso, pero en abril pasado la fiscal Gisella Astocóndor solicitó 25 años de cárcel para un excapitán del ejército.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destacó el hallazgo, que ocurre cuando Perú está por promulgar una ley para prescribir crímenes de lesa humanidad cometidos antes de 2002, momento en que el país se adhirió al Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional.
«La Comisión alienta al Estado a continuar las acciones interinstitucionales para la búsqueda e identificación de las víctimas de la masacre de Putis, y la restitución digna de sus restos a familiares; así como para el juzgamiento a los responsables», indicó la CIDH en X.
De acuerdo con la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR, 2003), el conflicto armado que vivió Perú entre 1980 y 2000 dejó más de 69 mil muertos, la mayoría campesinos pobres de los Andes.
La guerra contra las guerrillas o contra el terrorismo (1980-2000), como lo califican las autoridades, dejó poco más de 21 mil desaparecidos.
La CVR responsabilizó a Sendero Luminoso de ser el principal perpetrador de violaciones a los derechos humanos, pero también acusó a las fuerzas de seguridad que combatieron a esa organización de cometer delitos de lesa humanidad.
Existen en Perú unas 4 mil fosas comunes, según la CVR. Muchas de ellas en Ayacucho, cuna y reducto principal de Sendero Luminoso.