El exvicepresidente del Gobierno de España y fundador de Podemos, Pablo Iglesias, reconoció este miércoles que los “aliados” en España de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, en referencia a su partido, fueron derrotados en las elecciones del domingo pasado en el país europeo.
Para Iglesias, hoy retirado de la política institucional, el kirchnerismo representa “una posibilidad de construcción de lo político que va más allá de lo institucional”, entender que la “pelea política” tiene que incluir “permanentemente” a “un actor político que tiene que estar organizado y militante”, que es “el pueblo”.
En las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo, en medio del ascenso del derechista Partido Popular y el ultraderechista Vox, el gobernante Partido Socialista perdió 6 de los 9 Ejecutivos regionales que encabezaba y 15 de las 22 capitales de provincia.
A ello se sumó el pésimo resultado de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, lo que ha intensificado el debate sobre cómo concurrirán las fuerzas minoritarias de izquierda a las generales convocadas por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para el 23 de julio.
“El resultado es devastador, y no hay que poner paños calientes sobre ello, porque además el problema no es solamente que se trate de una victoria electoral incontestable de la derecha y de la ultraderecha”, agregó este lunes Iglesias, quien hizo un paralelismo con el economista ultraliberal Javier Milei, candidato a las elecciones presidenciales argentinas del próximo octubre.
“Los socios de Milei en España van a entrar a gobernar a muchísimos ayuntamientos y también a muchos Gobiernos regionales. La normalización de la ultraderecha en España digamos que ya se suma a lo que ya está ocurriendo en Italia, en Hungría, y en otros países europeos, pero el problema fundamental es que asistimos a la traducción electoral de su éxito ideológico”, reconoció.
Para el exvicepresidente (2020-2021), la derecha y la ultraderecha están leyendo “con más inteligencia el espíritu de los tiempos que la propia izquierda”, al entender “cómo se dan las batallas políticas”.
En su opinión, la izquierda “ha demostrado ser menos habilidosa que la derecha” en “mejorar” su peso “en la correlación verdadera” con poderes como el judicial, mediático o económico “una vez que tienes el poder político”.
“Eso tiene que formar parte de nuestra autocrítica”, remarcó.