Dos personas cercanas a la investigación dijeron a la AP que la unidad de desaparición de personas de la policía ecuatoriana solicitó las grabaciones de las cámaras de seguridad a las 24 horas de que desaparecieran los cuatro adolescentes de entre 11 y 15 años, tras ser detenidos por un grupo de militares, y que la empresa de vigilancia municipal Segura EP entregó las imágenes horas después.
Los familiares presentaron una denuncia el mismo día de la desaparición, el 8 de diciembre, pero el caso no se conoció públicamente hasta el sábado pasado, 13 días después, cuando familiares de los menores comenzaron a divulgarlo ante la inacción de las autoridades. Las autoridades entonces reaccionaron y dijeron que grupos de delincuencia organizada eran los responsables.
Dos días después, el lunes, se revelaron imágenes de los videos que implicaban a los militares y entonces las autoridades de seguridad de Ecuador y el Ministerio de Defensa matizaron su versión y admitieron que los menores sí fueron detenidos pero después liberados, una explicación que mantienen hasta ahora.