El gobierno colombiano se ha propuesto precipitar la reanudación del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y los sectores de oposición venezolanos que no se ha retomado oficialmente en México desde noviembre del año pasado.
Ese será el propósito principal de una conferencia internacional que convocará el presidente colombiano, Gustavo Petro, en su país, aún sin fecha definida, según confirmó el lunes a la prensa el canciller de Colombia, Álvaro Leyva.
El diálogo en México busca “una salida democrática” a la crisis, “en eso coincide plenamente el presidente Nicolás Maduro”, agregó Leyva.
Según el diplomático, invitarán a todos los partidos de oposición de Venezuela y a Estados Unidos y varios países de Latinoamérica y Europa. Aunque aseguró que por ahora no está confirmada la presencia de Maduro.
“Habrá que ver cuál es el grado de representatividad de las personas que invitan de los sectores de oposición: hay una más conocida a nivel internacional, pero hay otras que sin ser colaboracionistas han tenido dinámicas de diálogo con el gobierno venezolano”, indicó a The Associated Press Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario en Bogotá.
El experto agregó que la oposición ya no tiene los mismos niveles de representatividad que tenía antes en la población al atravesar una división interna y tras la reciente caída de la figura del gobierno interino que lideró Juan Guaidó por decisión de la opositora Asamblea Nacional de 2015, que sigue funcionando de manera simbólica pese a que su mandato terminó en 2021.
La oposición y el gobierno de Maduro adelantan en México un diálogo con miras a buscar soluciones a una crisis política, económica y social por la que han emigrado siete millones de venezolanos. Colombia ha recibido en su territorio a 2,4 millones de ellos.
Sin embargo, las partes no se han vuelto a sentar oficialmente en la mesa de diálogo desde noviembre de 2022, cuando acordaron crear un fondo para atender la compleja crisis social de Venezuela que sería manejado por Naciones Unidas y que progresivamente llegaría a tres mil millones de dólares provenientes del dinero que el Estado venezolano tiene congelados en el exterior a raíz de las sanciones.
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación del gobierno de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional, advirtió a finales de enero que de no cumplirse con el acuerdo firmado en noviembre en México “no hay ninguna razón para continuar un diálogo con gente sin palabra”.
Con la conferencia internacional, el gobierno colombiano también planea seguir impulsando la reintegración de Venezuela al sistema interamericano de derechos humanos que abandonó desde 2013, lo que ha implicado que presuntas violaciones de derechos humanos no puedan ser conocidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH). Maduro ha dicho que está considerando volver al sistema.
“El propósito de Nicolás Maduro (con la conferencia que convoca Colombia) es disminuir la impresión que tiene la comunidad internacional sobre el régimen venezolano, es hacerlo un poco más potable, para recibir legitimación”, aseguró Rodríguez, quien considera que para Petro también resulta difícil “defender” al gobierno venezolano que ha sido señalado de presuntamente violar los derechos humanos.
La relación diplomática entre Colombia y Venezuela se reanudó con la llegada al poder en agosto del año pasado de Gustavo Petro, primer presidente colombiano de izquierda, después de cuatro años de ruptura total entre ambos países por tensiones políticas. Desde entonces, han avanzado en la normalización del comercio bilateral y Venezuela asumió el rol de país garante de los diálogos que Colombia adelanta con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional.