El ataque podría producirse antes de las negociaciones sobre la liberación de rehenes y el cese al fuego, programadas para el 15 de agosto, lo que supone un cambio respecto a la evaluación de los últimos días, que sugería que «la presión internacional» estaba empujando a Irán a «posponer, restringir o minimizar las represalias» contra Israel, señala el informe.