El cuestionado fiscal Rafael Curruchiche anunció este jueves posibles arrestos de dirigentes del partido Semilla del candidato Bernardo Arévalo, en una nueva arremetida contra esta formación socialdemócrata a tres días del balotaje presidencial en Guatemala.
“No descartamos allanamientos, no descartamos órdenes de aprehensión, no descartamos solicitudes de antejuicio [levantar fueros] después del 20 de agosto”, declaró el fiscal a periodistas en el edificio de los tribunales en la capital.
“Estimo que después del 20 de agosto tendrán que registrar en el sistema la suspensión del partido político” Semilla, dijo Curruchiche en alusión a una medida ya ordenada por el controvertido juez Fredy Orellana, pero revocada por la máxima instancia judicial del país, la Corte de Constitucionalidad.
La cruzada de Curruchiche contra Semilla comenzó después de que Arévalo diera la sorpresa en la primera vuelta electoral del 25 de junio y pasara a segunda vuelta junto con la ex primera dama Sandra Torres. Ambos son socialdemócratas, pero ella es vista como la candidata del continuismo y él como abanderado del cambio.
El 12 de julio, a pedido de Curruchiche el juez Orellana inhabilitó a Semilla, lo cual puso en jaque el balotaje y provocó una ola de indignación en el país y en el exterior.
Curruchiche alega que hubo supuestas irregularidades en la recolección de firmas de ciudadanos para inscribir a Semilla como partido en 2017 y 2018.
El fiscal indicó que entre las miles de firmas de afiliados del partido figuran 18 fallecidos y 319 personas cuyo documento de identificación no corresponde.
Además, otros 613 nombres son “inexistentes, inventados” y 184 nombres están duplicados, afirmó, indicando que ha encontrado 1.224 irregularidades en total.
Sin embargo, los críticos de Curruchiche destacan que el polémico fiscal -incluido el año pasado por Estados Unidos en una lista de actores “corruptos” centroamericanos- solo se preocupó de Semilla después de que Arévalo pasó a ser candidato al balotaje. Su posible llegada a la presidencia ha causado que influyentes sectores políticos y empresariales de Guatemala se sientan amenazados.
En tanto, Orellana engrosó esa lista el mes pasado cuando Estados Unidos actualizó su lista de actores “corruptos”.
Arévalo lidera la intención de voto y promete una cruzada contra la corrupción, mal endémico en Guatemala. El candidato rechaza las acusaciones del fiscal y las atribuye a una persecución contra su partido.