A pocos días de que comiencen en París las negociaciones para un histórico acuerdo global contra la contaminación plástica, la organización medioambiental WWF reclamó que se abandone el uso de ciertos objetos diarios que utilizan ese material, como los cubiertos y platos desechables.
Bolsas de infusiones y toallitas húmedas también elaboradas con ese material, bastoncillos limpiadores, o el uso de microplásticos en cigarrillos electrónicos y cosméticos también deben abandonarse por el daño medioambiental que causan sus residuos, afirma la organización.
WWF lanza este llamamiento al publicar un informe junto a la consultora británica Eunomia en el que estudia los productos plásticos que más daño medioambiental están causando y estudia las medidas necesarias para eliminarlos.
La organización busca que sus recomendaciones sean tenidas en cuenta en las negociaciones para un tratado que tendrán lugar en la capital parisina del 29 de mayo al 2 de junio, y que incluso lleguen al texto provisional del acuerdo, que se espera esté listo antes de la siguiente ronda de conversaciones a finales de este año.
El informe de WWF clasifica esos productos en dos tipos: los arriba mencionados estarían en el de los que pueden fácilmente ser abandonados o su uso puede reducirse notablemente a corto plazo.
Un segundo grupo abarca otros que también necesitan ser sometidos a políticas de control y reciclado, aunque se reconoce que su control requerirá mayor tiempo.
Entre este segundo grupo figurarían productos tales como los envoltorios plásticos de alimentos y bebidas o determinados neumáticos, que WWF recomienda eliminar gradualmente en un plazo de alrededor de una década, con 2035 como fecha límite.
“Estamos atrapados en un sistema que produce cantidades de plástico mucho mayores que las que cualquier país puede gestionar, lo que se traduce en una crisis de contaminación que afecta al medio ambiente y la sociedad”, advirtió hoy en un comunicado el enviado especial de WWF Marco Lambertini.
“Si no hacemos algo ahora, la situación no hará sino empeorar, porque al actual ritmo en 2040 la contaminación plástica global se habrá duplicado (…) y el volumen de polución por estos materiales en nuestros océanos se habrá cuadruplicado”, añadió.
WWF concede que el plástico, un material barato y versátil, es de gran utilidad en muchas industrias, pero casi la mitad de los productos elaborados con él son de corta vida y tardarán siglos en degradarse, siendo en su mayoría consumidos en los países más desarrollados.
Un 60 % de los plásticos producidos desde que comenzara el uso de este material ya alcanzaron el final de su vida útil, y sólo un 10 % son reciclados, indican estudios mencionados por la organización ambiental.
Aunque muchos países han comenzado ya a prohibir determinados productos plásticos de corta duración, como bolsas o pajitas para las bebidas, “las medidas no son suficientes”, aseguró Lambertini, quien considera vital aumentar las limitaciones a productos que “contaminan los cursos de agua, inundan los mares y están entrando en nuestra propia cadena alimentaria“.
La negociación de un tratado para la lucha contra la contaminación plástica, que se espera esté listo en 2024 y obligue a poner fin a este tipo de polución para 2040, fue aprobada el año pasado en la quinta Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, principal organismo de toma de decisiones ambientales a nivel global.
El plástico, que en los peores casos puede tardar millones de años en descomponerse, representa el 85 por ciento de toda la basura marina, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.