Puede que muchos piensen que cuando Chabelo nació la humanidad aún se desplazaba en cuatro patas y vivía en cuevas, le temía al fuego y criaba mamuts como mascotas. La realidad es que Xavier López fue testigo de una humanidad cambiante y de un mundo que él mismo ayudó a mejorar, y es así como generaciones y generaciones de niños que lo vieron por televisión, volverán hoy a rendirle culto y homenaje.
1935, el mundo antes y después de Chabelo
Chabelo nación el 17 de febrero de 1935 en Estados Unidos, bajo el amparo de una nación en auge y que ni siquiera contemplaba la idea de participar en una Guerra Mundial.
En México, por aquellos años, aún se pagaba con monedad de plata, el petróleo aún no se había nacionalizado, pero el país entraba en una fuerte fase de institucionalización que no se había conseguido desde el fin de la Revolución Mexicana. A Chabelo le tocó incluso trabajar en el campo en la tierra natal de sus padres y conocer las labores agrícolas habituales de la vida campestre.
Por otro lado, en las ciudades, los kioscos de revistas los hombres, leían los titulares de la prensa, y con un ojo al gato y otro al garabato por aquello del qué dirán, devoraban las aventuras de ‘Chupamirto’, ‘Don Mamerto’, ‘Tarzán’ y el ‘Ratón Miguelito’. La televisión a color aún no se había inventado y aún era posible adquirir un lote en la Hipódromo Condesa por 50 pesos.
Chabelo y el siglo XX
Xavier López vio llegar a muchos y partir a otros tantos. Durante sus años de juventud, ocurrió la Guerra de Corea, a la que incluso estuvo a punto de ser enviado, pues en 1953, Chabelo se encontraba cumpliendo su servicio militar en Estados Unidos. También fue testigo de la Segunda Guerra Mundial y de la llegada del hombre a la luna.
Sin duda, Chabelo es una especie de Reina Elizabeth, pero en latino, pues ambos fueron personajes públicos que desde la fama y fortuna atestiguaron los cambios más convulsos y radicales de la humanidad.
El Cambio climático y Chabelo
Antes del inevitable final, Chabelo vivió los 23 años del nuevo milenio en un mundo en constante incertidumbre, pero con certezas sobre el fin de los recursos naturales y las fuentes de energía, con problemas de migración causados por el Cambio climático y la escasez, en contraste con la revolución tecnológica y digital que está presente en cada rincón del planeta.