DESCUBREN EN UNA LUNA DE SATURNO ELEMENTOS CLAVE PARA LA FORMACIÓN DE LA VIDA

En 2005 la nave espacial Cassini de la NASA detectó por primera vez enormes columnas de vapor emanadas por una de las lunas de Saturno, Encélado. El análisis de estos chorros reveló la presencia de vapor de agua, partículas de hielo y dióxido de carbono, entre otros compuestos orgánicos, lo que hizo sospechar a los investigadores que este satélite cuenta con los elementos químicos necesarios para desarrollar vida.

En este contexto, un equipo internacional de investigadores ha descubierto nuevas pruebas que sugieren que el vasto océano de Encélado, cubierto por una gruesa capa de hielo superficial, contiene fósforo, un elemento clave para la vida, de acuerdo al Instituto de Investigación del Suroeste (EE.UU.).

Durante su investigación, los expertos analizaron muestras de granos de hielo y gases expulsados al espacio desde las grietas de la superficie lunar, descubriendo la presencia de fosfatos de sodio. Estos resultados, junto con experimentos análogos complementarios de laboratorio, sugieren que el fósforo es abundante en el océano de Encélado.

El fósforo en forma de fosfatos es uno de los elementos más importantes para la vida en la Tierra, puesto que es clave para la “creación del ADN y el ARN, las moléculas portadoras de energía, las membranas celulares, los huesos y los dientes de las personas y los animales, e incluso el microbioma del plancton marino”, por lo que la vida, tal y como la conocemos, no sería posible sin estos compuestos, explican los académicos.

Según detalló Christopher Glein, coautor del estudio, los modelos geoquímicos que habían desarrollado indicaban la presencia de grandes cantidades de fósforo en Encélado. Sin embargo, agregó, para su sorpresa se detectaron “concentraciones de fosfato al menos 100 veces superiores en las plumas que se forman en las aguas oceánicas de la luna en comparación con los océanos de la Tierra”.

Para los científicos, los resultados de los experimentos geoquímicos y la modelización ponen de manifiesto que las altas concentraciones de fosfato son el resultado de una mayor solubilidad de los minerales fosfatados en Encélado, un fenómeno que, estiman, podría repetirse en otras lunas con océanos congelados, como Titán, uno de los satélites de Saturno, o Europa, que orbita alrededor de Júpiter.

Este hecho, destacan los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature, podría ser uno de los descubrimientos más importantes de la astronomía en los últimos tiempos, ya que el fósforo, el elemento bioesencial menos abundante, no había sido detectado en un océano más allá de nuestro planeta.

Con este hallazgo, apuntó Glein, se confirma que el océano de Encélado cumple con los requisitos generalmente considerados necesarios para la vida: la presencia de elementos bioesenciales y agua líquida. El siguiente paso de su investigación, comentó, es comprobar “si el océano habitable está realmente habitado”.

“Utilizar un modelo para predecir la presencia de fosfato es una cosa, pero encontrar realmente pruebas de la presencia de fosfato es increíblemente emocionante. Es un resultado asombroso para la astrobiología y un gran paso adelante en la búsqueda de vida más allá de la Tierra”, concluyó el experto.

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