El tesoro probablemente fue escondido en ese edificio de finales del período romano-principios del período bizantino para resguardarlo durante la revuelta de Galo (351-354 d. C.), un levantamiento judío poco conocido contra el dominio romano de la región. Sin embargo, el edificio fue arrasado y las monedas nunca fueron recuperadas.
«Esto es esencialmente un tesoro de emergencia, es decir, un tesoro que la gente esconde en anticipación a un evento catastrófico», comentó la arqueóloga Mor Viezel en un video publicado la IAA.
Aunque los testimonios escritos sobre esta revuelta son escasos, hay textos que mencionan que importantes comunidades judías como Lod, Zipori y Tiberias fueron destruidas por las fuerzas del emperador romano Flavio Constantino Galo.
Otros hallazgos han sido objetos de piedra y mármol con inscripciones en griego, hebreo y latín, y la inscripción de un nombre judío de una familia de sacerdotes, que aún está siendo estudiada.
Estas inscripciones, junto con la ausencia total de huesos de cerdo entre los restos hallados en el sitio, apuntan a que el edificio perteneció a la comunidad judía.
Según los expertos, las excavaciones demuestran que la revuelta de Galo fue un acontecimiento de gran relevancia para la población y las autoridades romanas, y no un pequeño levantamiento local, como afirman algunas fuentes escritas.
«Este edificio destruido hasta sus mismos cimientos. Es una clara indicación de que la revuelta fue sofocada por la fuerza con violencia y crueldad y no se trató simplemente de un levantamiento local, como lo sostenían algunos estudios anteriores», señala el comunicado.