SAFE. Esas son las siglas de Stop Adictive Feeds Exploitation for Kids Act, la ley que hoy nos ocupa. Esta ley prohíbe a las plataformas sociales (como TikTok o Instagram, aunque no se mencionan expresamente) que proporcionen «feeds adictivos» a los menores sin consentimiento de sus padres. La forma más fácil de verlo es que un progenitor tenga que dar permiso a TikTok para que sus hijos puedan usar el «Para ti».
¿Qué es un «feed adictivo»? Según la ley, «un sitio web, un servicio en línea, una aplicación en línea o una aplicación móvil, o una parte de los mismos, en los que se recomiendan, seleccionan o priorizan múltiples elementos multimedia generados o compartidos por los usuarios de un sitio web, un servicio en línea, una aplicación en línea o una aplicación móvil, ya sea de forma simultánea o secuencial, para su visualización al usuario basándose, total o parcialmente, en la información asociada al usuario o a su dispositivo». Hay algunas excepciones, pero la definición base es esa.
En ese sentido, la propia ley exigirá a las plataformas que usen métodos comercialmente razonables para verificar la edad de los usuarios y, curiosamente, también prohíbe que estas plataformas envíen notificaciones entre la medianoche y las seis de la mañana. De nuevo, los padres tendrán la capacidad de permitirlo si así lo quieren.
¿Objetivo? Según recogen en The Verge, los impulsores de esta ley, tanto republicanos como demócratas, aseguran que es «proteger la salud mental de los niños frente a las fuentes de adicción que utilizan las plataformas de medios sociales, y frente a las alteraciones del sueño debidas al uso nocturno de los medios sociales». La ley entrará en vigor dentro de 180 días y las multas que se contemplan son de 5.000 dólares por infracción.
No ha estado exenta de oposición. NetChoice, una organización de la industria que representa a entidades como Google, Netflix, Etsy, Pinterest o AirBnB, ha emitido un comunicado argumentando que esta ley es «anticonstitucional» ya que «atenta contra la libertad de expresión y la apertura de Internet» y «aumentará la exposición de los niños a contenidos nocivos al obligar a los sitios web a ordenar los contenidos cronológicamente, dando prioridad a las publicaciones recientes sobre temas delicados».
Nueva York no es el primero. De hecho, es el último Estado en sumarse a estas iniciativas que surgen a falta de una propuesta a nivel federal. Está sobre la mesa, es la llamada KOSA (Kids Online Safety Act), pero todavía tiene camino por delante. El pasado marzo, Florida aprobó una ley que requería el permiso de los padres para que los menores de 16 años pudiesen crear un perfil en una red social; Y Maryland aprobó en mayo la Maryland Kids Code, ley por la cual se prohibía el uso de funciones pensadas para mantener a los menores en las plataformas sociales.