«Estas crías de cocodrilo tienen menos de 15 días. Aún no tienen dientes y, por tanto, no pueden morderte. Sin embargo, no se puede jugar con ellos cuando crecen y tienen más dientes, así como una piel más gruesa», explicó Kwanrudee Siripreecha, madre de la pequeña y propietaria de un criadero de cocodrilos en el distrito de Tha Takiab, en la provincia de Chachoengsao.
Asimismo, la mujer explicó que a su hija le encanta jugar con esos animales desde que salen del cascarón y, que siempre que lo hace, está bajo la estrecha supervisión de un adulto, insistiendo en que, al día de hoy, siguen siendo inofensivos.