Tesla suministrará tecnología para perforar pozos de agua en el área aledaña a su futura gigafábrica cerca de Monterrey, en el norte de México, con el fin de aliviar el estrés hídrico.
El fabricante de automóviles estadounidense solo ha obtenido permisos para utilizar aguas residuales tratadas para procesos de producción.
“Sí, se les va a dar el permiso, pero es para agua residual tratada, porque es para uso industrial. Obviamente vas a tener una toma para baños, pero para tu proceso [de producción] se usa agua residual tratada”, dijo Dante S. Hernández, subgerente de regulación técnica del agua de la comisión nacional Conagua, en conversación con BNamericas.
A pesar de los nuevos pozos de agua y la utilización de agua tratada, los expertos creen que la zona seguirá sufriendo estrés hídrico al aumentar la población.
“Una empresa como Tesla va a traer sin duda una buena cantidad de población, que por supuesto va a tener necesidades de agua y, en ese sentido, el crecimiento demográfico nos va a generar una mayor presión en nuestras fuentes de abasto”, señaló el director de tecnologías e innovación de la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, Eduardo Ortegón.
Sin embargo, dijo a BNamericas que Tesla se ofreció a proveer tecnología para perforar pozos que ayuden a aliviar la situación.
“Tesla ha puesto sobre la mesa tecnologías para perforar nuevos pozos. Tesla se va a ubicar en una zona entre Monterrey y Saltillo, y esta zona está muy cercana a la [región] Huasteca, que es un acuífero de pozos muy profundos, de 2.000m”, explicó.
“Parte de lo que va a hacer Tesla con esta tecnología es ayudarnos a buscar nuevos pozos de agua”, comentó el ejecutivo. “Estamos seguros de que estos pozos —aunados a una nueva red morada [que provee agua tratada desde plantas hasta su punto de reutilización] y que va a ir exclusivamente para Tesla y para las empresas que estén por ahí— nos va a ayudar a poder dar servicio”.
La tarifa que Tesla pagará por el agua tratada financiará las operaciones de las plantas de tratamiento, el suministro de agua y el mantenimiento, añadió Ortegón.
Este año Tesla anunció su intención de construir una gigafábrica de US$5.000 millones en Santa Catarina, en el límite occidental de Monterrey, en el estado de Nuevo León. La noticia no fue bien recibida por ambientalistas y ONG debido a los temores por el uso del agua en un estado que ya sufre una grave escasez hídrica.
En febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la idea: “Si no hay agua, no habría posibilidad [para que Tesla establezca la planta]. Sencillamente, no se entregan permisos para eso, o sea, no es factible, […] no podemos seguir con la misma política”.
Sin embargo, días después AMLO conversó directamente con el CEO de Tesla, Elon Musk, y dio luz verde al proyecto luego de que el ejecutivo se comprometiera a tomar medidas para ayudar a aliviar el impacto hídrico de la planta, lo que incluye el compromiso de utilizar agua tratada durante todo el proceso de producción.
Tesla estima que la construcción de la planta tardará unos 36 meses, pero aún no ha publicado más detalles sobre el proyecto.