La crisis migratoria que vivió Ciudad Juárez, en la que se registró el incendio que dejó a 40 extranjeros sin vida, exhibió la carencia de políticas migratorias en México e hizo que los grupos criminales convirtieran el tráfico de personas en su principal actividad ante la debilidad de las leyes para combatirlo, dijo Óscar Ibáñez, representante de la gobernadora en la Zona Norte.
“La variación que ha habido en el manejo de información por las instancias oficiales, yo creo que eso es un aprendizaje, en este proceso la comunicación que dominó fue a través de las redes sociales y a través de fuentes informales entre los propios migrantes y eso permitió mucha manipulación, muchas mentiras que ocasionaron también pequeñas crisis, esa es la realidad”, mencionó el funcionario.
Lo anterior tras hacer un recuento de los meses anteriores, luego de que se informara que los cruces irregulares por esta frontera disminuyeron en un 84 por ciento en junio ante la entrada en vigor del Título 8 el pasado 11 de mayo, de acuerdo con la información que proporcionó a El Diario la Patrulla Fronteriza. Afirmó que esta información coincide con la proporcionada por la red de albergues de esta ciudad al Consejo Estatal de Población (Coespo) y con los datos que tiene la dirección de Derechos Humanos del Municipio.
“El otro fenómeno que está documentado, y esto no es de este último año sino que empezó con la modificación de las leyes migratorias en Estados Unidos, es que los grupos del crimen organizado empezaron a involucrarse en el tráfico de personas, lo vieron como una actividad principal y eso sí detonó un flujo muy importante porque esto se promovió como un negocio”, enfatizó.
Ibáñez dijo que la indefinición de los mecanismos legales, el cambio de políticas en Estados Unidos, claramente propició que los grupos criminales fortalecieran sus redes de tráfico de personas.
“La debilidad del marco legal en México para combatir el tráfico de personas también fue un incentivo muy importante para eso”, apuntó.