El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió ayer lunes en el Palacio Nacional a una delegación de congresistas estadounidenses con los que conversó sobre la lucha contra el fentanilo, entre otras cosas.
La reunión estuvo encabezada por el congresista por el estado de Missouri del Partido Republicano Jason Smith.
Según un comunicado de Presidencia, durante el encuentro ambas partes -el presidente y la comisión bipartidista- sostuvieorn un diálogo “franco y abierto” sobre los temas de interés de la agenda que comparten ambos países.
El presidente resaltó el trabajo que se realiza para mantener y ampliar el comercio entre ambos países, compartió Presidencia.
“Recordó que la relación estrecha y beneficiosa entre México y Estados Unidos ha generado gran cantidad de empleos, ingresos, riquezas y bienestar para los pueblos en ambos lados de la frontera”, se lee en el comunicado.
Por último, reiteró la importancia de la integración económica para ambos gobiernos, enfatizó que “a partir del pleno respeto a las soberanías de cada país” y de la ayuda mutua, México y Estados Unidos podrían fortalecer sus procesos productivos y consolidar América del Norte como la región más importante del mundo.
Asimismo, dijo que esto podría también fortalecer la hermandad de todos los países del continente americano para lograr una integración justa “con el fin de que nadie se quede atrás”.
López Obrador estuvo acompañado de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro; el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio González, y el jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco.
La delegación estadounidense estuvo conformada por los congresistas demócratas Terri Sewell (Alabama) y Jimmy Panetta (California), y los republicanos Beth Van Duyne (Texas), Carol Miller (Virginia Occidental), Michelle Fischbach (Minnesota), Mike Carey (Ohio) y Kelly Armstrong (Dakota del Norte).
Estuvieron acompañados por el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
El pasado viernes, Salazar aseguró que el Gobierno mexicano reconoció que el fentanilo también es un problema en México (como en Estados Unidos), pese a que López Obrador lo negó el jueves.
“En nuestras conversaciones puedo decir que hay reconocimiento de que el fentanilo es un problema en México”, dijo Salazar en una conferencia de prensa.
El presidente mexicano, por el contrario, aseguró el pasado jueves que en México ni se produce ni se consume fentanilo y señaló que es responsabilidad de Estados Unidos atajar el tráfico ilícito de esa sustancia.
“Aquí nosotros no producimos fentanilo, no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, pero ¿por qué ellos no atienden el problema? ¿Por qué no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unidos?”, reprochó López Obrador entonces.
El jueves anterior, Estados Unidos y México acordaron reforzar sus lazos para combatir la producción de fentanilo y el crimen organizado durante una reunión de funcionarios en Ciudad de México.
Los encargados de liderar esta estrategia, detalló la Casa blanca en un comunicado, serán la Secretaria de Seguridad mexicana, Rosa Icela Rodríguez y la asesora de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Elizabeth D. Sherwood-Randall.