Durante el octavo mes del año, el precio de los bienes básicos aumentó en 30 pesos
Surtir la despensa fue más caro durante el agosto. Luego de tres meses a la baja, el conjunto de los 33 productos considerados mínimos indispensables en la dieta de las familias mexicanas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social acumuló un alza de 1.5% durante el octavo mes del año.
De acuerdo con el levantamiento de precios que mes a mes realiza Excélsior, en julio se necesitaron dos mil 35 pesos con 70 centavos para adquirir la canasta alimentaria, cantidad que llegó a dos mil 65 pesos con 70 centavos un mes después.
Al listado de mayores incrementos se sumó la cebolla, dado que reportó un encarecimiento mensual por kilo de 25.1 por ciento.
Sólo dos productos descendieron de precio en el último mes: la pechuga de pollo, cuyo kilo pasó de 120 pesos el 31 de julio a 100 pesos el 31 de agosto, lo que representó una disminución de 16.7%, en tanto que el chile cuaresmeño transitó de 38 pesos con 90 centavos a 33 pesos con 90 centavos en el mismo lapso, lo que significó una reducción de 12.9 por ciento.
Héctor Tejada, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), consideró que el incremento de la canasta alimentaria durante agosto se deriva de la sequía persistente y la enésima ola de calor, fenómenos que merman la producción y superficie cultivada de alimentos frescos, los cuales tienen mayor encarecimiento.
El indicador hiló siete quincenas a la baja y registró su menor variación desde la marzo de 2021, sin embargo, aún está lejos del rango objetivo del Banco de México (Banxico) que es de 3.00% +/- un punto porcentual.
De enero a agosto, la canasta alimentaria reporta un encarecimiento de 3.5 por ciento.
¿Cómo ahorran las familias?
Algunas familias han optado por incrementar la compra de productos de marcas libres, otros han recurrido a la compra de alimentos por piezas, también hay quienes buscan economizar con la reducción del consumo de carne debido al alto costo de las proteínas.
Lorena González, jefa de familia, explica que el pollo era la carne más barata, sin embargo, ahora que ya cuesta 100 pesos el kilo de pechuga, se ha vuelto inaccesible para su presupuesto.
“En casa se consume una vez a la semana, ahora hasta por salud he optado por elaborar guisados de verduras como tortitas de coliflor, calabacitas con queso, huevo con ejotes, croquetas de brócoli, rajas con crema y otros”.