El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “una ofensa” y una “falta de respeto a la independencia y soberanía“, la propuesta de legisladores republicanos de usar al Ejército estadounidense para combatir aa los cárteles mexicanos.
En la conferencia matutina desde el ‘búnker’ de la Secretaría de Seguridad, atribuido a Genaro García Luna, el presidente López Obrador incluso detalló que el Gobierno de México iniciará una campaña de información para connacionales que viven en Estados Unidos para que no voten en futuras elecciones por dichos legisladores republicanos que realizaron dicha propuesta.
“Nosotros no vamos a permitir que intervenga ningún Gobierno extranjero, mucho menos que intervengan fuerzas armadas de un Gobierno extranjero en nuestro territorio”, declaró.
“Desde hoy vamos a iniciar una campaña de información a los mexicanos que viven y trabajan en EE.UU. y a todos los hispanos, para informarles lo que estamos haciendo en México y cómo esta iniciativa de los republicanos, además de irresponsable, es una ofensa al pueblo de México, una falta de respeto a nuestra independencia y soberanía”, dijo.
“Si no cambian su actitud y piensan que van a utilizar a México para sus propósitos propagandísticos, electoreros, politiqueros, nosotros vamos a llamar a que no se vote por ese partido, por intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto. Lo que dijo ayer este senador, no lo admitimos, a México se le respeta, no somos un protectorado ni colonia de EE.UU., México es un país independiente y soberano, no recibimos órdenes de nadie, aquí manda el pueblo de México”, aseveró.
El objetivo de los republicanos estadounidenses de declarar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas dio este miércoles un paso más en esa dirección con la presentación de dos proyectos de ley que abogan por esa designación y por autorizar la actuación del Ejército.
Roger Marshall y Rick Scott introdujeron su normativa en respuesta al secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en la ciudad de Matamoros, en la frontera con Texas, y al asesinato de dos de ellos.
En su punto de mira están los cárteles del Golfo, el del Noreste, el Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa y además de calificarlos como terroristas prohibiría a sus integrantes la entrada a Estados Unidos, autorizaría a congelar sus bienes y prohibiría a cualquier persona ayudarles de forma consciente.
En el de los también legisladores republicanos Lindsey Graham y John Neely Kennedy están a su vez el cártel de Sinaloa, el de Jalisco Nueva Generación, el del Golfo, Los Zetas, el del Noreste, el de Juárez, el de Tijuana, el de los Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana.
“Han aterrorizado a los estadounidenses durante décadas. Vamos a destruir su modelo de negocio y su estilo de vida porque nuestra seguridad nacional depende de emprender una acción decisiva”, apuntó Graham en conferencia de prensa.
Su proyecto de ley será introducido “dentro de unos días” y promueve también declarar a esos cárteles como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) para poder activar más mecanismos contra ellos.
Los senadores también quieren que se autorice al Ejército estadounidense a intervenir contra esas organizaciones “estén donde estén”. “No para invadir México ni derribar aeronaves mexicanas, sino para destruir sus laboratorios” y sus redes, dijo Graham.
“Esperamos hacerlo en colaboración con los países donde estén, pero si lo tenemos que hacer por nuestra cuenta, lo haremos solos”, advirtió.
El punto de inflexión que los llevó a acelerar la acción es el auge del fentanilo.