En el documento “Distribución del Pago de Impuestos y Recepción del Gasto Público por Deciles de Hogares y Personas”, realizado por la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O, se expone que durante el 2021 el gasto de bolsillo en salud creció a 41.4%, esto quiere decir que de cada 100 pesos que se destinaron a gasto en salud, poco más de 41 provino de los bolsillos de los hogares.
La tasa, mayor a la que se reportó en el 2020 de 38.8%, se elevó ante la pandemia del Covid-19, la cual incrementó las hospitalizaciones y la demanda de salud.
“Este incremento puede atribuirse en gran medida a los efectos de la pandemia de COVID-19, que generó una mayor demanda de servicios de salud y medicamentos, lo que a su vez impactó en los presupuestos familiares destinados a la atención médica”, indicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Si bien en ese año el aumento del gasto de bolsillo pudo ser un fenómeno mundial, la tasa de México es mucho mayor que la tasa promedio de los países miembros de la OCDE, de 18.6 por ciento.
“A pesar de que existe una cobertura sanitaria casi universal en muchos países de la OCDE, los pagos o gastos de bolsillo constituyen una fuente importante de financiamiento de la salud”, indicó el estudio de la dependencia.
El gasto de bolsillo en salud en México, desde hace dos décadas –que son los datos mostrados por Hacienda– ha duplicado el promedio de la OCDE, algo que se ha mantenido aún en este sexenio.
Gobierno aportaría poco más de la mitad
Al ser un derecho plasmando en la Constitución, el gobierno mexicano debe asegurar que la salud sea accesible para todo mexicano, esto a través del gasto público; sin embargo, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que su aportación ha disminuido.
Con datos al 2022, el gasto público aportó 51% del gasto total en salud, mientras que el restante fue solventado por el gasto de bolsillo y el gasto privado, como lo es a través de empresas como aseguradoras o instituciones sin fines de lucro. En el 2018, aportó hasta 53 por ciento.
El gasto de bolsillo cambia conforme a la afiliación de los usuarios.
Por ejemplo, los datos del CIEP muestran que aquellos que están afiliados al IMSS tienen un gasto de bolsillo de alrededor de 5,350 pesos anuales en promedio, mientras que aquellos en el ISSSTE gastan 9,881 pesos.
“La salud es uno de los temas más importantes para una sociedad. Primero, es un derecho, y segundo, puede generar pobreza una vez que caes en una enfermedad y no lo puedes solventar. Dado que es un derecho, el Estado está obligado a garantizar el acceso a éste”, dijo en su momento Alejandra Macías, directora del CIEP.
Se gasta la mitad de lo recomendado
En México, el gasto público en salud alcanza apenas un nivel de 3% del Producto Interno Bruto (PIB), la mitad de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 6%, lo cual explica también el alto gasto de bolsillo que persiste en el país.
En este sentido, la organización Oxfam México indicó que el siguiente gobierno necesitará, al menos, 750,000 millones de pesos para crear un sistema de salud para toda la población.
Sin embargo, ante el acotado espacio fiscal, dicha organización, así como otras más, alianzas y comisiones han apuntado a la necesidad de implementar una reforma fiscal progresiva para aumentar los ingresos que puedan solventar el gasto público.
“México va a enfrentar, hacia delante, retos importantes. Hubo avances y los reconocemos, como en el combate contra la pobreza y la desigualdad, pero creemos que hay un reto por atender que es la reforma fiscal progresiva (…) Lo que estamos señalando es cómo podríamos avanzar, reconociendo que tenemos muchos retos, como presiones del gasto por el lado de salud y pensiones, por ejemplo”, indicó Gerardo Esquivel, cofundador de la Comisión Independiente para la Igualdad con Justicia Fiscal.