Pese a la inflación que sigue elevada y el alza de tasas de interés, el Índice de Morosidad (Imoe) de la banca en general, sigue a la baja, aunque con ligeros incrementos en algunos productos de crédito al consumo.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en febrero pasado el Imor se ubicó en 2.09% en el sector, mientras que en enero previo fue de 2.11% y en febrero del 2022, de 2.54 por ciento.
Varios bancos de los más grandes, incluso, muestran una morosidad inferior al 2.0 por ciento. Es el caso de BBVA –el más grande del sistema– que registró un Imor de 1.53% en febrero pasado, cuando en el mismo mes del 2022 fue de 2.08 por ciento.
Santander –el segundo más grande por tamaño de activos–tuvo una morosidad de 2.04% en febrero pasado (2.90% en febrero del 2022); en Banorte este indicador fue de 1.00% (contra 0.94%); en Banamex de 2.67% (contra 3.01%); en Scotiabank de 3.80% (contra 3.81%) y en HSBC de 2.97% (contra 4.99 por ciento).
Inbursa fue otro de los bancos grandes que registraron un Imor menor al 2.00%, este de 1.29% (1.58% en febrero del año pasado); lo mismo que Banco del Bajío con 1.24% (contra 1.15 por ciento).
Un análisis reciente de BBVA México explica que esta tendencia de morosidad a la baja, en un entorno inflacionario, obedecería a mejores condiciones de originación del crédito por parte de los bancos, pero también a un mejor uso de este tipo de financiamiento por parte de los clientes.
Para Jorge Sánchez, consultor privado independiente, la tendencia a la baja en la morosidad, se debe a que entre otros factores, la economía del país se ha reactivado, además de que ha quedado atrás la pandemia.
“Si bien el país tiene retos como atraer más inversión, respetar el T-MEC y tener un Estado de derecho, el rebote de la economía ha permitido mantener y aumentar un poco los empleos formales y eso ha ayudado a que no se dispare la morosidad (…) dependemos de cómo sigue la economía en los próximos meses”, comentó.
Créditos de consumo,con ligeros incrementos
Aunque la morosidad de la cartera de crédito al consumo total mostró una marginal disminución al pasar de 3.02% en febrero del 2022 a 3.00% en febrero del 2023, algunos portafolios al interior de este segmento muestran ligeros incrementos.
Es el caso de la tarjeta de crédito, cuyo Imor aumentó de 2.65 a 2.76% en el periodo; lo mismo que en crédito de nómina, cuyo salto fue de 2.65 a 2.81%; y en los personales se pasó de 4.75 a 4.80 por ciento.
En contraparte, en la cartera de crédito automotriz la morosidad se redujo de 2.05 a 1.35%, y en la destinada a la adquisición de bienes de bienes muebles, se redujo de 5.58 a 4.80% en el periodo. En los microcréditos –en los que sólo participan tres bancos– el indicador aumentó de 2.83% a 3.44 por ciento.
El reporte de la CNBV mencionó que en la cartera de empresas, la morosidad se redujo de 2.84% en febrero del 2022 a 1.99% en igual mes del 2023.
En tanto, el portafolio de vivienda también tuvo una disminución en el periodo, al pasar de 3.16 a 2.58 por ciento.
ABC Capital, con morosidad de 66.52%
Un caso que llama la atención es el del banco ABC Capital, cuya morosidad pasó de 13.65% en febrero del 2022, a 66.20% en enero del 2023 y a 66.52% en febrero de este año.
Los activos de este banco, comprado en el 2021 por la fintech argentina Ualá, representan apenas 0.03% del total del sector.
Estadounidenses comienzan a retrasarse en sus pagos
Los consumidores estadounidenses ya empiezan a retrasarse en los pagos de sus tarjetas de crédito y préstamos a medida que la economía se suaviza, según ejecutivos de los mayores bancos, sin embargo, afirman que los niveles de morosidad son modestos.
“Hemos visto que algunas tendencias de la salud financiera de los consumidores se debilitan gradualmente con respecto a hace un año”, dijo el director financiero de Wells Fargo, Mike Santomassimo, en una conferencia la semana pasada.
Las tasas de morosidad aumentan según lo previsto, pero siguen por debajo de los niveles normales en la cartera de préstamos de “muy alta calidad” del banco, mencionó por su parte Mark Mason, director financiero de Citigroup.
Las tasas de morosidad probablemente volverán a niveles “normales” de 3 a 3.5% para las tarjetas de marca y de 5 a 5.5% para los servicios minoristas a principios del 2024, dijo Mason.
Las tasas de morosidad actuales son de 2.8% para las tarjetas de marca y de 4% para los servicios minoristas, según la presentación de resultados de Citi.
“El empeoramiento de las condiciones económicas provocaría un deterioro del crédito a lo largo del 2023 y 2024, con pérdidas que superarían los niveles anteriores a la pandemia, dada la recesión que se avecina”, pronosticaron analistas de UBS dirigidos por Erika Najarian.
Aun así, se prevé que los impagos de préstamos se mantengan “por debajo de los picos experimentados en anteriores recesiones”, señalaron.