Con una escasa liquidez debido al periodo vacacional, la moneda cotizaba en 20.7510 unidades, con un retroceso de un 0.55% frente al precio de referencia de LSEG del lunes, en su cuarta jornada consecutiva de pérdidas.
El peso, que inició el año como una de las divisas más sólidas frente al dólar, comenzó en junio un rápido deterioro tras la aplastante victoria oficialista en los comicios nacionales que dio pie a una serie de polémicas reformas, vistas por el mercado como una amenaza para el ambiente de negocios local.
El posterior triunfo electoral de Donald Trump en noviembre exacerbó las preocupaciones sobre el futuro de la segunda mayor economía de América Latina ante el temor de que sus políticas proteccionistas puedan poner en jaque el comercio con Estados Unidos, uno de los motores de la actividad productiva de México.