En México, de los adultos mayores de 60 años, que son 12 millones 110 mil 210, solo 3 millones 754 mil tienen una pensión al jubilarse con éxito, y de esa cantidad solo 18.2 por ciento (683 mil 208) son mujeres jefas de familia, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su último reporte sobre los adultos mayores.
Especialistas consideran que esta brecha es porque influyen factores sociales que dan a este sector la obligación de la maternidad y responsabilidad del hogar, lo cual tiene un impacto en su calidad de vida en su vejez; esto creció más por pandemia.
“Durante la emergencia sanitaria se perdieron puestos trabajo y existieron circunstancias familiares que implicaron que alguien en casa se hiciera cargo de niños o enfermos y normalmente cuando tienes esa situación y tú tienes dos ingresos en casa, optas porque el que deje de recibir ese ingreso rutinario sea el de menor nivel y la incidencia es que sean mujeres”, señaló Norma Briz, directora general de Fintual México.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la tenencia de afores es mayor entre los hombres con 49 por ciento, mientras que este grupo es 31 por ciento.
Estas cifras pueden reflejar en gran medida las diferencias en la participación laboral entre ambos sexos, que con base en datos del Inegi, hasta el pasado febrero se registraron 34.9 millones hombres económicamente activos y 23.4 millones mujeres.
Por su parte, analistas de México ¿Cómo vamos?, en su reporte llamado “Diagnóstico y recomendaciones para mejorar el ahorro para el retiro”, afirmaron que también la alta presencia de ese sector en empleos informales es un obstáculo importante para tener un retiro digno.
“La informalidad del mercado laboral mexicano es una dificultad relevante en la meta de los mexicanos por una buena pensión, este factor impacta especialmente a mujeres ya que son afectadas por su baja participación formal”, detallaron.
Según datos de Inegi, en el segundo trimestre de 2020, había una tasa de informalidad laboral entre el grupo de 49.6 por ciento, pero para el cuarto trimestre del año pasado, esta subió a 56.1 por ciento, mientras que los hombres llegaron a 54.4.
Sube su importancia
El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) apuntó que la proporción de familias que reconocen a la mujer como jefa del hogar se incrementó de manera importante en 20 años.
A inicios de la década de los 2000 era de 21 por ciento, pero en 2020 llegó a 33 por ciento, lo que indica que la antigua perspectiva de que la actividad de las mujeres está limitada a los quehaceres domésticos, al cuidado de los hijos y depender económicamente de un hombre, se está superando.
Sin embargo, Norma Briz de Fintual, dijo que se debe reconocer que su incorporación al mercado laboral se realiza bajo condiciones de desventaja comparado con los hombres, con mayor informalidad y menores salarios.
Expuso que a pesar de que cada vez más mujeres son el principal sostén de sus familias, tienen como consecuencia condiciones poco propicias que enfrentarán al llegar a su vejez si desean retirarse, “¿qué tendría yo que hacer para vivir 5 años sin trabajar, sin tener un ingreso?”.